La Inmunonutrición consolida esta oportunidad a partir de diferentes aspectos interrelacionados con la Nutrición, la Inmunidad, la Infección, la Inflamación y la Injuria (deterioro de tejidos). Su desarrollo es clave, ya que a partir de los avances y el conocimiento científico adquirido en el último tiempo, se podrían prevenir múltiples patologías.
"Se toman interacciones en las que se encuentran involucrados los sistemas endocrino, nervioso e inmunitario. En la actualidad, sabemos que la microbiota intestinal tiene un papel fundamental sobre el sistema inmunitario, no sólo a nivel del tracto gastrointestinal, sino que presenta además un nexo bilateral con el sistema nervioso", explica Nora Slobodianik, doctora en Ciencias Químicas y miembro de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN).

La doctora Slobodianik señala que "no existe un solo indicador para evaluar la relación causa-consecuencia de la nutrición sobre el sistema inmunitario, sino que se cuenta con un conjunto de biomarcadores a tener en cuenta dependiendo de las distintas situaciones nutricionales".
Desequilibrios nutricionales
A partir de esa premisa, encara la evaluación de poblaciones aparentemente sanas pero con riesgo de desequilibrios nutricionales (niños, adolescentes, adultos, gestantes, lactantes, personas mayores y deportistas); estudia los efectos de nutrientes, compuestos bioactivos y alimentos habituales y funcionales sobre el sistema inmunitario; analiza el efecto del estilo de vida sobre el comportamiento del sistema inmunitario, teniendo como causas principales la alimentación, las prácticas alimentarias, la actividad física, el sedentarismo, la calidad y cantidad de sueño, y el estrés; y estudia la evolución de pacientes con enfermedades relacionadas con la nutrición y el sistema inmunitario.

Finalmente, la Inmunonutrición plantea que el correcto mantenimiento del funcionamiento del sistema inmunitario requiere diferentes macronutrientes (proteínas, ácidos grasos, prebióticos), y micronutrientes: minerales (Zinc, Hierro, Selenio, Cobre), vitaminas hidrosolubles (C, B12, B6, Ácido fólico) y vitaminas liposolubles (A,D,E).
Y sostiene que "es necesario apreciar los resultados de la inmunonutrición en los protocolos de recuperación postoperatoria para poder identificar a los pacientes con malnutrición o en riesgo, con el fin de disminuir las complicaciones, principalmente en casos de cáncer".
Fuente: Infobae
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