La vida cambia y el quiosco también. El mundo de las revistas de moda no se centra ya en las publicaciones ‘biblia’ ni en la idea de que cada página sea el anuncio perfecto para la marca que se considera perfecta. El concepto de revista mensual, con editoriales que conforman tendencias únicas ha dado paso, en los últimos años, a nuevos medios con nuevas ideas. Publicaciones internacionales (o nacionales pero con vocación global), sin periodicidad clara y que dan cobertura a las necesidades de un público alejado del mainstream, que vive la moda más allá de la industria. Que no quiere que le digan (otra vez) qué se va a llevar y qué se tiene que poner.
En este contexto, la manera de realizar fotografía de moda ha cambiado de forma paralela: el gran editorial, con historias ancladas en una estética única, rostros conocidos, producciones millonarias y perfección técnica ha dado paso a una corriente en la que ya no hay reglas. El concepto, la historia que bebe de otras manifestaciones culturales, el ‘feismo’, la calidad extrema, las prendas apenas mostradas, la irreverencia… un nuevo modelo global que también tiene sus referentes en España.
Los fotógrafos españoles de moda han apostado por la diferencia y han obtenido el reconocimiento de los medios nacionales e internacionales. Nuevos medios como Fantastic Man, Metal, Lula, Self Service, Purple, Acne Paper, Apartamento, Nylon; firmas como American Apparel, Loewe o Juan Vidal; y espacios web de todo el mundo han dado espacio a los talentos patrios (o que operan desde España) de la nueva fotografía de moda.
Dentro de este nuevo escenario de la fotografía de moda encontramos nombres como los de Daniel Riera, Silvia Prad, Chus Antón, Rafa Gallar, Coco Capitán, Eskenazi Encursiva, Ramiro E, Coque Bartrina, David Gómez Maestre, Van Stokkum, Ernesto Artillo, Josep Alfaro, Carlos Sáez, Vicente Bosch, Mar Ordóñez, Miguel Figueroa, Alejandra Núñez, Gerard Estadella, etc.
Entre todos, han creado un universo de revistas nicho que hacen de la especialización (público gay como Butt, nuevo erotismo como Paradis) y los contenidos inéditos y de calidad (la transexualidad en Candy) su principal arma. Además, se suman nuevos fenómenos como la intramoda, con revistas como Industrie o System y webs sobre eventos y fiestas que ofrecen una perspectiva del negocio visto desde dentro, sin las luces de los focos.
Fuente: www.larambleta.com
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